Un efectivo de la Unidad Investigativa de Guaymallén (UID) informó a la policía que había guardado su arma reglamentaria calibre 9 milímetros en el horno de su cocina por “cuestiones de seguridad” y el revolver se derritió. Tal como confirmó, se olvidó de lo que había hecho y tras ponerse a cocinar fue alertado por el olor a quemado.
[Leer más]