Después de la crisis que soportó Twitter por permitir que personas y empresas puedan comprar paquetes de seguidores “fakes” o “truchos”, -lo que impactó en su credibilidad, funcionamiento y hasta en su valuación como empresa-, ahora Instagram también está invadido por ese mal.
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Después de la crisis que soportó Twitter por permitir que personas y empresas puedan comprar paquetes de seguidores “fakes” o “truchos”, -lo que impactó en su credibilidad, funcionamiento y hasta en su valuación como empresa-, ahora Instagram también está invadido por ese mal.
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