Un acto simple, un saludo gentil, un gesto mínimo de fraternidad no cuesta nada. Una palabra de aliento, una mirada de dos segundos, lo más pequeño que imagines puede modificar completamente lo que pasa.
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Un acto simple, un saludo gentil, un gesto mínimo de fraternidad no cuesta nada. Una palabra de aliento, una mirada de dos segundos, lo más pequeño que imagines puede modificar completamente lo que pasa.
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