Emmanuel Macron se quedó solo. Su decisión de abrirle la puerta a la posibilidad de enviar tropas de la OTAN a Ucrania para frenar a Rusia fue rechazada en forma enfática no solo por la alianza atlántica en general, sino por distintos gobiernos europeos de manera individual. Incluso, Bulgaria fue más allá. Su presidente, el prorruso Rumen Radev, advirtió
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