Fue mediante una ceremonia de la cual participaron integrantes de la comunidad local así como de distintos puntos del país, incluso llegados desde norteamérica y Asia. En sintonía con el aniversario n° 40 desde la llegada de los laosianos a la Argentina en calidad de refugiados, la bendición al Buda marcó el inicio de otra gran etapa: oficialmente ya cuentan con su propio templo.
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Los mismos fieles de la comunidad laosiana en Misiones son los que durante casi siete años llevaron adelante la construcción de la imponente representación del Buda. Ahora finalmente está construído y sólo resta una ceremonia con varios monjes norteamericanos y laosianos que vendrán exclusivamente a “dar vida” al coloso de cemento, ya que sin este ritual religioso, sería “sólo un pedazo de hormigón”, según dijo Pong Bounchanavong de la comunidad laosiana.
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Los mismos fieles son los que llevan construyendo el monumento hace más de seis años. Ahora acaban de darle color y sólo resta la bendición para que la figura esté completamente lista.
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