Guillermo Reyna Allan
Laura tenía una sana y divertida costumbre. En su camino a la escuela iba poniendo nombre a las piedras grandes que descubría.
Así bautizó a aquella que era blanca con algunos matices verdosos...
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Guillermo Reyna Alan
Escritor
Roque sorbió intensamente el mate. Se deleitó con el sabor amargo de la infusión que le devolvía, en parte, las ganas de seguir con su trabajo. Hizo caso omiso a esa...
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