El domingo pasado, la esperanza regional del gobierno argentino asumió la presidencia de Brasil. La llegada de Lula a Planalto abre un abanico de posibilidades comerciales y financieras. Mientras tanto, el gobierno nacional sigue enfrascado en su pelea con la Justicia, y la oposición, tratando de hacer malabares entre los chats filtrados. En Misiones, el gobierno no acompañó la disputa contra la Corte y realizo pedidos en la visita presidencial. Las candidaturas ya son tema de conversación.
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