Cuanto ansiamos el esperado receso escolar de invierno. Lentamente comenzamos a saborear esa pequeña dosis de tranquilidad, sin tanta prisa para llegar al cole, a las actividades extraescolares y tantas cosas que hacen los niños de hoy. Y al mismo tiempo comenzamos a “preocuparnos” y a programar nuevas actividades para que no se aburran, no duerman todo el día o simplemente no generen tanto alboroto en la casa.
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Cuanto ansiamos el esperado receso escolar de invierno. Lentamente comenzamos a saborear esa pequeña dosis de tranquilidad, sin tanta prisa para llegar al cole, a las actividades extraescolares y tantas cosas que hacen los niños de hoy. Y al mismo tiempo comenzamos a “preocuparnos” y a programar nuevas actividades para que no se aburran, no duerman todo el día o simplemente no generen tanto alboroto en la casa.
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