El lanzamiento se produce en uno de los peores momentos en las relaciones intercoreanas y tres días después de que Corea del Norte disparara dos misiles balísticos al mar de Japón.
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Ocurre días después de que el dictador norcoreano Kim Jong-un amenazara con derribar aviones espía estadounidenses que violaran el espacio aéreo de Pyongyang.
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El régimen de Pyongyang prometió dar una respuesta “sin precedentes”. Las maniobras “Escudo de libertad” contemplan escenarios en los que Corea del Norte ataca el sur de la península.
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