El sol no perdonó. El clima, por la tarde, se volvió sofocante. El marco y la calidad del evento, sin embargo, mantuvo a unos pocos privilegiados al pie de una cancha vidriada de padel, construida en el jardín del hotel Gran Meliá, desde donde se pueden observar nada menos que las Cataratas del Iguazú. Un […]
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