Marcial Thomsen, padre de Máximo, el rugbier más complicado en la investigación por la muerte de Fernando Báez Sosa, fue a visitar a su hijo al penal de Dolores donde se encuentra detenido junto a otros nueve amigos y allí aseguró que los jóvenes "no son asesinos". En ese sentido, definió lo ocurrido como "una tragedia".
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