Euforia, abrazos, lágrimas. Desahogo. El festejo de los Jaguares en medio del emblemático Eden Park y bajo una lluvia intensa pinta un cuadro imborrable que da cuenta de la importancia de este triunfo. Valioso porque Jaguares por primera vez venció a una franquicia neocelandesa, sí, pero también por cómo, una vez más, logró sobreponerse a las complicaciones que opuso el adversario y que el mismo equipo se había autoimpuesto.
[Leer más]