Cristina Erikson es una reconocida modista del barrio Alta Gracia que en plena cuarentena decidió confeccionar barbijos para su familia y las fotos que compartió en un grupo de WhatsApp, fue el disparador para sumar clientes. Son de tela, cuestan 50 pesos y el hijo mayor de la familia, Diego, los reparte mientras vende artículos de limpieza.
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