Este jueves, finalmente, fracasó el intento de la oposición peruana por destituir al presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK), cercado por denuncias de corrupción en torno al caso Odebrecht. Después de esta victoria política, PPK tiene sus razones para respirar aliviado. Pero, en verdad, si analizamos con detalle lo que esta victoria significa, no debería detenerse a respirar aliviado ni siquiera un segundo. Es el momento de poner manos a la obra y replantear toda su estrategia comunicacional.
[Leer más]