Unos 49.000 detenidos rusos fueron reclutados para pelear en Ucrania a cambio de un jugoso salario, beneficios familiares y su libertad. Hoy, unos 5000 exconvictos reconvertidos en mercenarios están volviendo de la guerra como ciudadanos libres en medio de un creciente temor por una ola de crímenes y abusos atribuida a estos hombres con pesados antecedentes penales que caminan sin ataduras
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