Era la madrugada del 18 de enero cuando Andrea Ramos terminaba su turno en la recepción del hotel Inti Huasi de Villa Gesell. La mujer estaba en el deck del hospedaje cuando vio pasar a "una persona corriendo por la calle, para el lado del bosque", que resultó ser uno de los 10 rugbiers acusados de asesinar a golpes a Fernando Báez Sosa.
[Leer más]