En la Argentina existe una especie de fascinación por el fracaso. No tanto por un deseo a ser víctimas del fenómeno, sino por cierto morbo que nos impele a remarcar insistentemente los fracasos ajenos, incluso, por encima de sus logros y triunfos. Es el fútbol es el ámbito de aplicación por antonomasia para esta obsesión, en donde todos fracasan salvo el que gana y sale campeón.
Eduardo Fabregat en Radio Libertad.
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