Mientras los países debaten sobre lo que vendrá cuando pase la pandemia generada por el Covid-19 en el planeta, las anomalías en las temperaturas no dejan de suceder: una inminente ola de calor se apodera de Europa, la Argentina tuvo el marzo más cálido en 60 años y en el Ártico anuncian que se registraron 38ºC, un calor que se asemeja a una playa del Caribe. Queda claro: la crisis climática no se detiene por el coronavirus, incluso su efecto en el calentamiento global sería nulo.
[Leer más]