Había regresado de Buenos Aires para probar suerte en su ciudad natal, y aquí la encontró al conseguir un empleo y hacerse acreedor de un millonario premio de la Quiniela Poceada Misionera. Como no puede ausentarse de sus tareas habituales, realiza las jugadas mediante mensajes de WhatsApp, y fue el vendedor N°418, de la Agencia ...
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