"Mejor ella muerta que nosotros en la cárcel", gritó uno de los violadores de Desirée Mariottini. Con esa escalofriante frase convenció a sus cómplices en la violación grupal que era mejor dejarla morir en una improvisada cama sucia de "La casa de la droga", un edificio tomado en Roma, que llamar a una ambulancia. Y con esa misma frase espantó a los testigos, porque había más gente allí… y nadie llamó a emergencias. Sin esa cruel decisión -y la correcta atención- quizás hubiese sobrevivido.
[Leer más]
El crimen horroroso en Roma de una chica de 16 años, drogada, violada y asesinada por una patota de nordafricanos, conmueve a Italia y beneficia a Matteo Salvini, el hombre fuerte del gobierno.
[Leer más]