Estamos terminando el tiempo cuaresmal y es por eso que en el Evangelio que leemos este domingo (Jn 12,20-33), el Señor nos dice que «ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo, pero si muere da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá, y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna» (23-25).
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