Lionel Messi no dejó ningún detalle librado al azar a la hora de ejecutar el penal que abrió el camino de la Selección Argentina ante Croacia, por la semifinal del Mundial de Qatar 2022. La Pulga, que ya había errado uno ante Wojciech Szczesny en la fase de grupos frente a Polonia, estudió y mucho a Dominik Livakovic para cambiar por gol una infracción sobre Julián Álvarez que, según Luka Modric y el resto de los futbolistas europeos, no existió.
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