Un nene de 7 años encendió las alarmas de los profesionales que lo revisaron en el hospital Notti de Mendoza cuando ingresó, llevado por su madre, el 3 de enero pasado junto a sus hermanitos de 5 y 3 años para que les realizaron un control de rutina. El pequeño presentaba lesiones físicas compatibles con un abuso sexual y además los médicos descubrieron que tenía una enfermedad de transmisión sexual.
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