El hombre murió de frío en la soledad de un refugio de montaña y se convirtió en leyenda. La construcción podía soportar vientos helados que superan los cien kilómetros por hora y temperaturas muy por debajo de cero, pero el hombre expiró igual, dentro del refugio.
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El hombre murió de frío en la soledad de un refugio de montaña y se convirtió en leyenda. La construcción podía soportar vientos helados que superan los cien kilómetros por hora y temperaturas muy por debajo de cero, pero el hombre expiró igual, dentro del refugio.
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