La mayoría de los evacuados era veraneantes. Fueron trasladados el viernes por la noche porque tres incendios, avivados por fuertes ráfagas de viento, arrasaron unas 2.000 hectáreas sin causar víctimas.
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El nuevo siniestro se declaró cerca de la turística Bormes-les-Mimosas, en el sureste francés, quemando al menos 400 hectáreas de terreno. Entre los evacuados hay miles de veraneantes. Distintos focos ígneos han arrasado con miles de hectáreas desde inicios de semana.
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