Se llama Stavros. Sus dueños fueron imputados por explotación sexual de mujeres. Un bar de Recoleta fue clausurado porque sus dueños obligaban a sus empleadas a prostituirse. En el local, llamado Stavros, trabajaban entre cuatro y seis jóvenes. En marzo, la madre de una víctima denunció que el dueño le sugirió a su hija –que era empleada del lugar– que ofreciera servicios sexuales a los clientes....
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