Lo confirmó el intendente renovador Guillermo Fernández, quien explicó que por la escasez de lluvia y los problemas de infraestructura, el 60% de la población del casco urbano, carece del vital elemento. Según admitió, el embalse del arroyo Barrancón está pensado para abastecer de agua a 4 mil habitantes, pero en la ciudad, ahora residen 12 mil personas, de las cuales 7200 dependen de ese afluente.
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