Los primeros colonos que llegaron se encontraron a pleno con la selva paranaense y empezaron desde cero, primeramente debían desmalezar dos o tres hectáreas para construir simples casas con hojas de palmeras y tallos de tacuara donde poder habitar. Y sistemáticamente alrededor de la vivienda sembraban maíz, mandioca, porotos, zapallitos, batatas y demás para el consumo familiar, y también para la cría de cerdos, gallinas y con menor frecuencia el caballo o la vaca.
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