La promesa de que el ajuste lo pagaría la política, efectuada por el presidente Javier Milei, no se estaría cumpliendo si se observa que la suma de las tarifas de servicios públicos esenciales duplicó su peso sobre los ingresos salariales
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Así se desprende del índice Ripte que mide el Gobierno sobre las remuneraciones “estables”. Como comparación, a lo largo de todo 2002 ese indicador había registrado un retroceso de 26 %.
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