Por Horacio Quiroga
Hágale dar inyecciones de permanganato; ¡pero enseguida!
El peón se encogió de hombros de un modo sobrado incrédulo.
-¿El perganato?...Eso no hace nada. Voy a ver a doña Florinda.
-¡Ah! ¿Y qué hace ella?
Es vencedora;...
[Leer más]