En la memoria de los amantes del cine vive para siempre Chuck Noland, el personaje que solitario, en una isla, hace fuerza con una madera, usa palos, inventa un instrumento para pescar, corta su ropa con lo que tiene a mano. Chuck Noland grita, llora, se entusiasma cuando, después de un esfuerzo enorme, entiende la lógica y logra prender fuego. Chuck Noland habla con una pelota, a la que llama Wilson.
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